Monday, November 26, 2007
Déjate de confiar tanto en los demás!
Algo que me habían dicho algunas personas es que soy muy confiada, que debería aprender a confiar menos. No lo había notado y es como que la vida me quiso dar dos ejemplos bien prácticas cuando por "confiada" me robaron 2 celulares, mi cámara digital y la billetera de una amiga.
El primer robo, que fue en el mes de noviembre, sucedió en una discoteca en Cuenca. Yo tenía en mi bolsito mi cámara digital, mi celular, la billetera de una amiga y otras cosas más. Como estábamos bailando en una especie de cuarto donde sólo habían muebles y yo estaba bailando cerca de uno, decidí dejar mi bolso en uno de esos muebles porque como yo estaba cerca y estaban algunos de mis amigos por ahi, entonces no pasaría nada... FATAL ERROR! Lo peor? Me di cuenta como mil horas después, cuando yo fui a ver mi bolsito porque ya nos íbamos. En realidad yo me sentía mal no por mi cámara ni por mi celular (que yo pagué literalmente) sino por la billetera de mi amiga, porque tenía sus documentos y su dinero. ¡Qué mal que me sentía ese día!
Parece que no aprendí muy bien la lección que me ocurrió algo similar DOS SEMANAS DESPUES. En la fiesta de graduación de una amiga, todo formalito, los grupos estábamos en mesas y toda la nota, la gente dejaba sus carteras en las mesas. Yo generalmente estaba con mi cartera de arriba a abajo, pero pusieron unos roll calls de AIESEC y todos los aiesecos de esa fiesta nos movimos para bailar. Dejé mi cartera allí y después de eso, ya me quedé bailando. Después de unas horas, cual fue mi sorpresa que encuentro mi cartera sin mi celular, el mismo que ni siquiera mi mami ha empezado a pagar (porque actualmente no estoy trabajando) Ahí si que me sentí peor, con todo y llanto.
Bueno, estos acontencimientos me han enseñado que debo ser mucho más precavida a la hora de las fiestas, no confiar ya ni en mi sombra, peor dejar algo por allí botado y aprender a cuidar más mis cosas. Gracias a Dios, sólo se trataba de cosas materiales pero eso aunque no es importante igual debes prestar mucha atención para que no te vuelva a ocurrir.
El primer robo, que fue en el mes de noviembre, sucedió en una discoteca en Cuenca. Yo tenía en mi bolsito mi cámara digital, mi celular, la billetera de una amiga y otras cosas más. Como estábamos bailando en una especie de cuarto donde sólo habían muebles y yo estaba bailando cerca de uno, decidí dejar mi bolso en uno de esos muebles porque como yo estaba cerca y estaban algunos de mis amigos por ahi, entonces no pasaría nada... FATAL ERROR! Lo peor? Me di cuenta como mil horas después, cuando yo fui a ver mi bolsito porque ya nos íbamos. En realidad yo me sentía mal no por mi cámara ni por mi celular (que yo pagué literalmente) sino por la billetera de mi amiga, porque tenía sus documentos y su dinero. ¡Qué mal que me sentía ese día!
Parece que no aprendí muy bien la lección que me ocurrió algo similar DOS SEMANAS DESPUES. En la fiesta de graduación de una amiga, todo formalito, los grupos estábamos en mesas y toda la nota, la gente dejaba sus carteras en las mesas. Yo generalmente estaba con mi cartera de arriba a abajo, pero pusieron unos roll calls de AIESEC y todos los aiesecos de esa fiesta nos movimos para bailar. Dejé mi cartera allí y después de eso, ya me quedé bailando. Después de unas horas, cual fue mi sorpresa que encuentro mi cartera sin mi celular, el mismo que ni siquiera mi mami ha empezado a pagar (porque actualmente no estoy trabajando) Ahí si que me sentí peor, con todo y llanto.
Bueno, estos acontencimientos me han enseñado que debo ser mucho más precavida a la hora de las fiestas, no confiar ya ni en mi sombra, peor dejar algo por allí botado y aprender a cuidar más mis cosas. Gracias a Dios, sólo se trataba de cosas materiales pero eso aunque no es importante igual debes prestar mucha atención para que no te vuelva a ocurrir.
# posted by Cristina @ 3:06 PM 
